Es un examen sencillo, no doloroso, el cual se basa en recoger material celular desprendido espontáneamente. Se aplica en programas de detección de cáncer del cuello uterino. Está concebido para realizarlo en toda mujer a partir de un año de iniciada su vida sexual, aunque no presenten ningún síntoma, no importando la edad de esta o si está activa sexualmente en el momento de realizarlo.

El tiempo que debe transcurrir entre un Papanicolau y otro, varía según las necesidades de la paciente, pero lo ideal es que sea cada seis meses o cada año, reduciendo la brecha a los falsos negativos (a los resultados negativos que en realidad sean positivos).

Los examenes que reportan células anormales llevan al ginecólogo un examen clínico dirigido del cuello y biopsia (Colposcopía Biopsia) , para confirmar si se trata de lesiones preneoplásicas o carcinoma infiltrante o para descartarlas.

El Papanicoalu se conoce sobre todo como una herramienta en el diagnóstico de cáncer cervical y condiciones precancerosas del cervix y el útero.

No debería realizarse esta prueba si está menstruando, pero si la mujer presenta sangrados entre menstruaciones o después de la relación, entonces no demore en acudir al ginecólogo.

Ventajas
- Es más fácil
- Es económica
- Menos sangrienta
- El procesamiento es sencillo
- El resultado se obtiene con rapidez

El Papanicolaou es más conocido por su uso en el diagnóstico del cáncer cervical. Esta prueba lleva el nombre de la persona que desarrolló la téncia en 1920: el Dr. George N. Papanicolaou, famoso investigador neoyorquino.

Condiciones necesarias para un PAPANICOLAU:
· No tome baños de tina dos días antes
· No use desodorante vaginal ni tratamiento médico vaginal al menos 48 horas antes
· No se haga lavados vaginales dos días antes
· Evite el contacto sexual al menos 24 horas antes de la prueba.